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Mostrando entradas de febrero, 2008

The logical song

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Qué emoción y qué alborozo… en la inmensidad de esta red -inabarcable a priori- poblada por una infinidad de almas y almos, resulta que un ser querido (con el que hace años publiqué un fanzine llamado El merodeador y con el que monté –junto a otro amigo, todos migos…- un programilla de radio en emisora libre llamado también El merodeador) tecleó en Google El merodeador… y dio con una estupenda página http://www.pasadizo.com/ obrando una la elipsis total … el gran agujero negro nos llevó al pasado y recuperó al gran amigo Carlos, antiguo compañero de mareas fantásticas y terroríficas, que animó esos, nuestros años de ilusión. Con frecuencia encontramos cosas en la vida que pasan, y se van, y que siempre recordamos, aunque se hayan ido para siempre. Pero no, pardiez!! Aquí estamos volviendo y recuperando y volviendo a compartir. Alabada sea la red y la sed. Pero yo venía a hablar de una exposición llamada “ Amazonas del arte nuevo ” que podremos disfrutar hasta el 27 de Abril en la Fund

Dándole vueltas al bocata de mortadela...

Aquí dejo este texto de Paul Valéry que, de alguna manera, profundiza en esa sensación de la que hablaba en el post sobre Queneau: una especie de estupor o coma físico que sentimos ante ciertos “paisajes”, “obras”, lo que sea... Como veréis (o no), nada tiene que ver lo que dice Valéry con lo que digo yo. No porque esté yo en desacuerdo con lo que dice el poeta en su texto (que si), sino porque he dicho que “de alguna manera” profundiza en lo mismo. Pero no exactamente en lo mismo, ja, ja... Solamente importa una frase del final, pero para entenderla, hay que leer el texto íntegro: “En particular, lo que llamamos una “obra de arte” es resultado de una acción cuya meta finita es provocar en alguien desarrollos infinitos”. Precisamente en esto, no estoy de acuerdo. Y lo dejo así. Habría que matizar mucho... Pero lo curioso es que el libro del que hablaba el otro día, Flores azules de R. Queneau, y lo que en mí provocó, queda muy lejos de lo que dice Valéry. En general, las obras de arte

Somnolencia y belleza. La Flores Azules de Raymond Queneau.

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Hoy me voy a hacer un homenaje; parece ser que la primavera, harta de que la toreen, ha decidido adelantarse a ElCotinglés que, desde hace algún tiempo, viene apropiándose de ella, organizando el inicio de tan extraña estación a su antojo. Pues bien, gracias a que yo -que soy parte del todo-, y a que todo, -que es uno (dentro de lo cualo me encuentro yo misma y todas mis circunstancias)-, venimos sintiendo (el todo y yo que somos univitelinos) lo mismo de la misma manera, me he regocijado primaveralmente esta tarde mientras conducía por una carretera fea rodeada de cosas feas pero iluminada por ese sol, y sólo ese, que se anuncia a sí mismo como primaveral. Vera...; ha llegado la primavera. Y mi corazón ha empezado a trinar o a rebuznar. Aquí os dejo mi canción de hoy. Hay momentos y momentos en los que algo nos sobrecoge por su belleza y caemos en una especie de estupor estupendísimo, especie de modorra o coma físico que activa inmediatamente (solo en algunos casos) nuestra maquinaria

Pecando, que es gerundio...

Tenía por ahí un texto guardado para revisar y me ha costado un rato encontrar el link. La información en la red se multiplica con más rapidez que los gremlins y los lemmings… Pero lo encontré!! Era una referencia al texto de José Javier Esparza Los ocho pecados capitales de arte contemporáneo, publicada en ArteSpain . La verdad es que me quedé un poco “tiesa” con estos pecados, y me los guardé para meditar mientras me comía un bocadillo de salchichón. Lo más alucinante es que, durante mi búsqueda, he encontrado otro link. Una entrevista realizada hace algo más de un año por Virginia Ródenas (que creo que lleva unos 24 años – dos para arriba, dos para abajo - en la plantilla de ABC, y no me equivoco mucho) al autor. Inenarrable. Imprescindible. Leedlo aquí . Ya veré si me surge algún penseé cuando asimile esta joyita. Ya que estamos, os dejo también los pecados para que reflexionemos todos juntos. Mientras, voy a sacar el cuello por la ventana a ver si veo algo del eclipse mientras me

ARCO"cho"

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Ahora si que vamos a ser breves. Bueno, es sólo una promesa. Lo he pasado estupendamente en Arco. He sentido el glamour en mis venas (bueno, no tan adentro, la verdad, quizás sólo en la superficie de la piel). Me he jartado de ver gente guapa y vestida estupendamente. Todo el mundo amabilísimo, bilingüísimo… Solamente hubiera hecho falta un “guateque” y el camarero ebrio… ¡ah sí!, y el baño de espuma final con elefante decorado en acrílico. Me he fustigado por ser “pobre”. Así que, la cosa, va bien. Va bien porque, repito, me he fustigado por ser pobre. O sea, que de haber tenido pasta y una pedazo de casa para poner cosas chulas en las paredes (es estrictamente necesario que las paredes de esa casa galería que imagino sean estilizadas, inmensas y dulcemente pintadas con una tenue brisa ocre), me lo hubiera llevado casi todo. Menos una instalación de gatitos masacrados (sin sangre) que admite el simple “vistazo”. ¡Cuantas cosas bonitas, madre mía!. Cuantas ramas. Cuantos árboles… cuant

Muertos refrigerados

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Antes de nada debo decir que me gustan el cine musical americano, el cine de Tim Burton y los muertos bien refrigerados y maquillados. Como musical, creo que la versión cinematográfica de Sweeney Todd (Tim Burton, 2007), a partir de la obra de Stephen Sondheim es poco acertada. Porque hay mucha interpretación musical -no es sólo atrezzo- y precisamente por esta razón, por resultar excesiva y no aportar ni un momento interesante, resulta fallida. La interpretación musical y la escenografía desarrollada para tal efecto son algo indispensable en los grandes de este género que, o son grandes o no son nada. No podemos aceptar de un musical que aunque el casting y la escenografía sean malos, el resto se salva. Si en un musical esto falla, tenemos un producto mediocre. Y mira que me duele decir esto de una película de Tim Burton, porque comparto sus fetiches y creo que Sweeney Todd es una historia perfecta para que el autor desarrolle su imaginación y nos deleite con su particular estilismo d

... + Música = Sublime.

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Y hablando de soledad, como no, la música… Sin imágenes… Uno puede detenerse solamente en el sonido, y si quiere, en el mensaje de estos tres temas que os dejo: El miedo al dolor y un deseo de aislamiento “mesirvoyosolito” con el tono alegre de misa de domingo (guitarra en mano) que nos ofrecen Simon & Garfunkel (¿Quién no se sabe esta canción a guitarra?) Justo lo contrario, el deseo a gritos… ¡cómo no! de compañía y alegría para el cuerpo con el tono sensual y discotequero de Donna Summer El punto final metafísico si… pero no… frío/cálido… milagro … Dios. En la voz de Leonard Cohen. Tres de mis canciones favoritas de regalo; que hay que prepararse para Arco… 1.- Simon & Gargunkel. I’m a rock. Pincha la imagen para ver el vídeo y bajo la imagen para ver la letra. Letra aquí . 2.- Donna Summer. Last Dance. Letra aquí . 3.- Leonard Cohen. Waiting for the Miracle. La version larga (7 minutos) pero con imágenes churras. Letra aquí . 4.- Leonar Cohen. Waiting for the Miracle. La ve

Y de paso, un bocata "minimal" en el Sandwich Club Café de Ortega y Gasset.

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Estupenda exposición la que ofrece la Fundación Juan March hasta el 25 de mayo, apodada Maximin (expresión que tiene origen en las modernas teorías de la elección racional y de juegos), que no pretende ofrecer una muestra representativa del arte minimal sino acercarnos a los orígenes de la abstracción o, al menos, al enfoque de la Colección Daimier de Stuttgar. La exposición, dividida en tres espacios, invita a un agradable paseo por la Academia de Arte de Stuttgart y los trabajos de su figura tutelar Adolf Hölzel (impresionadísimo por el impresionismo y, posteriormente por el número áureo y las investigaciones que Goethe hizo sobre los colores); por la Bauhaus, el arte concreto y las tendencias abstractas y constructivistas que agrupan a algunos de los precursores del minimal norteamericano (influenciados por la Bauhaus y el constructivismo ruso); tendencias minimalistas en Europa, Australia, Japón…; nueva geometría; movimiento Zero en Europa… vamos… una delicia. Pero esto no servirá

A Place Just Like Every Other Place. Only Not.

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Dan Barry escribe una columna en el New York Times llamada This Land en la que nos habla de algunos rincones profundos de USA. Me pasó el link una amiga que lleva años viviendo en Kansas. Para los que vivimos en España no deja de sorprender la semejanza entre estas imágenes y lo que muestran muchas pelis. A modo de presentación os paso el link del artículo " A Place Just Like Every Other Place. Only Not ", un vistazo a la Ruta 1 entre Maine y Florida centrándose en la contaminación visual y en una supuesta “fealdad” o “inhabitabilidad” de un entorno pensado para consumir. Si pincháis en la foto escucharéis la locución junto a algunas imágenes de esta ruta.

Picasso. París. Museo Reina Sofía. Hasta el 5 de mayo.

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Tengo un espantoso dolor de cabeza así que, seré breve y os dejaré un montón de fotos. ¡Cómo estaba hoy el Museo Reina Sofía! Había quedado con unos amigos para “ver algo”, ya que tengo un mono que no me aguanto… y decidimos eliminar directamente el Prado y la Thyssen. Porque hay que estar loco para ir un domingo al Prado, con la ampliación, y mucho más para ir a la Thyssen, con Modigliani; además, pagando una entrada que vale una pasta para encima, darse de puñetazos por ver algo, porque una servidora no mide más de metro sesenta y cuenta con una ligerísima, pero marcada, desventaja frente al resto. Así que, como somos personas razonables, nos vamos al Reina que total… tiene a Picasso que no es nadie, y como el domingo uno va de gratis pues eso, al manicomio directamente… - Luego nos tomamos unas cañas y, de paso, comemos por ahí… - Vale, que por esa zona hay muchos sitios que no son “El brillante”… - Claro, por la zona de Huertas… Gracias al Santísimo, tomamos cañas (más de una, quiz

Cosmópolis, de Don Delillo y un premier de Asfixia, de Chuck Palahniuk

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Voy a hablar de este libro pero, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, aquí os dejo la “premier” de la versión cinematográfica del suculento “Asfixia” (Choke), de Chuck Palahniuk, dirigida por Clark Gregg y presentada en Sundance ‘08. ¿Cómo no iba a ser llevada al cine si uno cree que está en el cine cuando la lee? Algo parecido ocurre con Cosmópolis de Don Delillo. Desde la primera frase, imaginamos la escena cinematográfica. Pero, como siempre, contaré la historia antes. Soy bastante infiel. Hace una semana estaba leyendo un libraco, pero una amiga mía me dijo en el curro –léete este libro (Cosmópolis)-, y ese mismo día, volviendo a casa en el metro, lo empecé… hasta ayer. No suelo hacer este tipo de cosas (o si), pero siempre digo que hay libros que “me llaman”, en una librería, en la biblioteca, en mi biblioteca, en las manos de otro, me llaman, y los cojo, y los leo (abandonando lo que tenía entre manos). No tengo ningún conocimiento para hablar de literatura norteame