Catarsis

Interesante documento publicado en Babelia este Sábado 19 de Abril sobre las “movidas” del 68 en buena parte del mundo. Y digo “movida” porque es la palabra que más se repite en el ensayo de Josep Ramoneda.

Podemos encontrar párrafos en este documento así de suculentos:

"Pero con todas sus peculiaridades y diferencias, había un doble factor común a casi todas estas contestaciones, que es el que permite hablar de una gran contestación liberal: la crítica al autoritarismo y el antisovietismo. Y una doble novedad: el protagonismo de los jóvenes y el carácter civil – alejado de las estructuras de poder- de la revuelta".

"La contestación del 68 fue un intento, desde este espacio civil intermedio, de romper la presión asfixiante de un espacio familiar y un espacio político claramente retardatarios, que empezaban a ser un obstáculo para el desarrollo de las sociedades modernas".

"Los eslóganes que se agitaban en La Sorbona o en Berlín oeste estaban dirigidos contra el capitalismo, la sociedad de consumo, la democracia burguesa y también contra Estados Unidos y la guerra del Vietnam".

Muchas de aquellas movidas tuvieron su origen en el mundo universitario.

En el artículo de Octavi Martí titulado “Los ecos de la revuelta”, elijo, de momento, esta frase… “En Mayo del 68 ni feministas ni gays fueron protagonistas, pero si herederos. Prisca Bachelet, entonces líder estudiantil y hoy psicoanalista, sintetiza Mayo del 68 en “el placer de descubrir que no se está solo” y recuerda con emoción “asambleas en las que las personas contaban sus sueños o deseos como algo plausible”…. Hermoso, pero Le Goff pincha el globo: “Una catarsis no substituye una alternativa política”.

Por mi parte, sin comentarios, porque los artículos hablan solos… Estos párrafos que he puesto hablan solos. Ni siquiera leer los lamentos de Gabriel Albiac en sus novelas y los de otros tantos que vivieron aquello quitan a esta escena el sentido que ahora tiene para mí. Lo malo es el largo tiempo que hemos estado pensando que aquello fue algo más que lo que realmente fue.

Ni siquiera el “punzante” discurso de Sarkozy con el que se inicia este segundo artículo tiene sentido para mí. Puedo plantar aquí mismo el decálogo de Goebbels y destrozarlo. Hoy en día existen argumentos suficientes para destrozar cualquier cosa, para destruir un querer, un sentido, todo.

Impotencia quizás, es lo que uno siente. Y este sentimiento podremos eliminarlo tan pronto nos enseñen en la escuela que lo que debemos hacer es sobrevivir, no luchar contra molinos de viento. Y lo que es más, sobrevivir dignamente y con inteligencia y libertad, dentro de un marco que nos define. Y esto último, que parece una chorrada, es mucho y bien diferente a la mera supervivencia. Una vez más “luz”.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
http://es.youtube.com/watch?v=midl8JPMeq4

YOUTUBE
Anónimo ha dicho que…
Pues ya puestos, podrías traducir un poquito ;-)

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