Matadero 5. Kurt Vonnegut


El otro día no pude evitar escribir algo sobre la novela “Matadero 5” de Kurt Vonnegut mientras iba por la mitad del libro. Hoy finalizo, porque ya la terminé.

No sé muy bien qué dije, pero no pienso mirarlo. Aviso; por si me repito.

“En cierta ocasión Rosewter dijo a Billy una cosa muy interesante sobre un libro que no era de ciencia ficción. Dijo que todo lo que podía saberse de la vida estaba en Los hermanos Karamazov, de Fedor Dostoievski. Y luego añadió:
-Pero eso ya no es suficiente.
Otra vez, Billy oyó que Rosewter le decía a un psiquiatra:
-Creo que ustedes, muchachos, van a tener que inventarse un buen montón de mentiras bien dichas, o la gente no querrá seguir viviendo.”

No querrá seguir viviendo…

Y, de nuevo, la frase mágica que se repite dos veces en este libro: “Concédeme, Señor serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo y sabiduría para distinguir las unas de las otras”.

La persona que comienza a escribir este libro no es Bill Pilgrim (Peregrino), sino el propio Vonnegut, o alguien muy próximo. Pero, por supuesto, Pilgrim es Vonnegut, o alguien muy próximo.

Esta persona se pregunta, sin responder, por la inutilidad de los recuerdos. Menciona de soslayo que la casualidad gobierna. Siente la necesidad de escribir un libro sobre su experiencia en Dresde (destruida completamente – con todo lo que tenía dentro – al final de la segunda guerra mundial) consciente de la futilidad de su deseo. Porque escribir un libro “más o menos antiguerra” es inútil; porque las guerras, son como los glaciares. Siempre seguirá habiendo guerras, igual que glaciares. “Además, aunque las guerras no siguieran siendo como los glaciares, seguirás siendo llorada, vieja muerte”.

Kurt Vonnegut repite y repite situaciones en este librito. Pequeños puntos culminantes como la ironía de la tetera. Edgar Derby, el maestro de la escuela superior, murió fusilado en Dresde. Así fue. Y su muerte por fusilamiento en Dresde se repite, y repite, y repite. Acompaña a Billy en varios de sus viajes, soporta parte del camino junto a él, y muere fusilado en Dresde.

Tras el bombardeo, Dresde es igual que la Luna. Prisioneros de guerra de muchos países son conducidos por los guardianes hacia las ruinas para cavar. Cavar y cavar. Bajo los escombros hay muertos, y cosas. Edgar Derby fue atrapado en esos tiempos con una tetera que había cogido de las catacumbas. Fue arrestado por pillaje, juzgado y muerto. Así fue.

“Es cierto que un individuo al que conocí fue fusilado, en Dresde, por haber cogido una tetera que no era suya.”

Hay un personaje en este libro que se llama Kilgore Trout. Hay otro personaje que se llama Eliot Rosewater, un antiguo capitán de infantería que comparte habitación con Billy. Rosewater se encuentra agotado y enfermo de andar borracho por ahí. Billy quizás se está volviendo loco. Fue Rosewater quien inició a Willy en la cienciaficción, en particular en los escritos de Kilgore Trout. Rosewater tiene una buena colección de libros de cienciaficción baratos bajo su cama.

Los libros de Trout aparecen constantemente en “Matadero 5”. Uno de ellos habla de un árbol que daba dinero. Tenía por hojas billetes de veinte dólares. Sus flores eran bonos del gobierno y sus frutos diamantes. Atraía a los seres humanos, que se mataban los unos a los otros al pie del árbol, fertilizándolo.

Así era.

Este libro se las arregla para exponer aquello que nos resulta incomprensible, sin saber por qué nos resulta incomprensible, sin saber por qué nos duele y sin saber por qué nos preguntamos por ello o, si quiera, nos sorprendemos. Se las arregla para narrar un cuento, una fantasía, pura y delicada como la de un niño narrando brutalidades con la misma delicadeza con la que Barbie danza el lago de los cisnes.

“Buenas noches americanos – les dijo en alemán – que duerman bien”.

Cada frase simple que Vonnegut utiliza para componer esta pequeña obra maestra, está cargada como una bomba de hidrógeno. Pero creo que solamente algunos “fumados” pueden sentirse levemente heridos por el texto y desear viajar junto al tonto de Billy por el tiempo, la historia y los recuerdos disponiendo de unos ojos que ven más allá de los nuestros, de una percepción que va más allá de las dimensiones conocidas. Solamente algunos fumados comprenden que Billy Pillgrim es un hombre “sereno”. La única forma de aceptar con serenidad todo aquello que no podemos cambiar es ser “Bill Pillgrim”.

“El ganado muge
El niño se agita.
Pero Jesusito
Ni llora ni grita”

Hay otro libro de Trout que se llama “El gran tablero”. Trata de un hombre y una mujer terrícolas que habían sido raptados por seres extraterrestres y exhibidos en un zoo de un planeta llamado Zircon-212.

“La ficticia pareja disponía en el zoo del lejano planeta de un gran tablero que contenía las fluctuaciones de los precios del mercado, las alzas y las bajas de todos los valores de la Bolsa, un receptor de noticias y un teléfono, todo ello aparentemente conectado con la Tierra. Las criaturas de Zircon-212 habían regalado a sus cautivos un millón de dólares para que, desde allí, lo invirtieran en la Tierra, asegurándoles que les sería permitido manejarlos a su antojo, de modo que podrían ser fabulosamente ricos cuando volvieran a su planeta.

Naturalmente, el teléfono, el tablero y el receptor de noticias eran falsos. Eran simples estimulantes para que los terrícolas se mostraran más vivos y animados ante las multitudes del zoo…”

Vonnegut narra una historia bien real y bien cierta. Pero lo hace como si se tratara del delirio de un loco, dejando bien claro que no es tal delirio sino la solución razonable para afrontar esta historia, su historia que quizás es la de todos. Abundan las referencias como esta que he dejado de un libro de Trout (que, por supuesto, no existe pero podría existir y de hecho existe).

Se dice que las obras de Vonnegut están adscritas al género de ciencia ficción, participan también de la sátira y la comedia negra. ¿?

Yo he leído Matadero 5. Pero esto es solo el comienzo. Y os puedo asegurar que es una obra sorprendente, cargada de realismo y de maestría. Esto significa no caer en los tópicos moralistas sobre la guerra y la maldad inherente al ser humano, rozar el sentimentalismo, exhibir la denuncia vacía y cargada de conceptos al uso, ahogarse en océano de conceptos y de juicios inútiles. Quizás sólo consiste en contar la historia de un hombre simple que vive una guerra, que vive un antes y un después de una guerra cargado de recuerdos de una guerra. La historia de un hombre que no vive un momento sino múltiples instantes. Que puede ver, gracias a los trafalmadorianos (a su propia fantasía e instinto de supervivencia), una globalidad más comprensible (quizás) que la realidad inmediata; todos los fenómenos al mismo tiempo… por decirlo de alguna manera. La historia de un hombre aniquilado.

No pienso apuntarme al club de referencias. Aquí os dejo una por si queréis condicionar vuestra lectura.

Una vez más, no estoy de acuerdo con nada de lo que dice.

Para muestra un botón: “…Pero aún relatando los momentos más crudos de su propia vida, Vonnegut resolvió que le era imposible abstraerse de su sentido irónico y de la sátira más cruel y velluda que he leído en mucho tiempo. Por eso cuenta la historia a través de un personaje ridículo, cercano al odio para todo espectador que tenga un mínimo de instinto de supervivencia: Billy Pillgrim.”

Pues debo decir que a mí Billy no me parece tal cosa sino un diseño muy inteligente para acercarse a todo aquello que Vonnegut quiere transmitirnos (aquello de lo que desea descargarse). De otra forma, hubiera sido totalmente imposible. No se si este individuo que escribe estas cosas se percata de que Billy sobrevive (más o menos o, al menos, más que otros y con más dignidad). Así que… no entiendo su frase. Y no sobrevive porque viaje en el tiempo gracias a los trafalmadorianos (que no son más que un recurso), sino por puro azar. Lo que ocurre es que su mirada es una mirada inocente, casi boba por lo simple. Necesaria. Vuelvo a decir que el hombre, igual que Dresde, ha sido aniquilado.

Pero una vez más… ¿Qué puede escribirse coherente, lógico, racional sobre una puñetera historia de destrucción y masacre? Precisamente bajo la mirada de este pobre loco “Billy” toda esta historia de hazañas y hombres valientes, conquistas, imperios y cruzadas por el bien y contra el mal… se reducen a cenizas, a la más despreciable e inútil materia, a basura y escombro, a insensatez.

Billy un loco, ya, ya…

Pero ojo, que el autor no se queda a gusto, porque la novela, aunque bien perfecta, tiene sus flecos. Hay una constante referencia a las víctimas, al número de muertos… que se multiplica…

La página 186 comienza así: “En el mundo nacen un promedio de 324.000 niños por día. Al mismo tiempo mueren, aproximadamente: unas 10.000 personas de hambre o por deficiencias de nutrición y otras 123.000 por otras causas. Así pues, resulta que cada día hay en el mundo 191.000 personas más. El Departamento de Estadísticas de Población predice que la población total del mundo sobrepasará los 7.000.000 antes del año 2000”

- Supongo que todos exigirán un mundo digno – dije.
- Supongo – Convino O’Hare.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Creo que conviene tener presente la figura de Claude Eatherly

http://www.paidos.com/lib.asp?cod=58023


Vengo de ver esta otra muestra de terapia, de exorcismo creativo:

http://es.youtube.com/watch?v=90g7lv7_1D0

YOUTUBE
Anónimo ha dicho que…
Welcome... ¡qué sorpresa! Pensé que te había pasado algo. ¿Otra vez en Francia? Vaya suerte.

No estoy puesta sobre Louise Bougeois... podrías escribirte algo y me lo envías (vemiles@gmail.com) yo te lo publico aquí de mil amores, que el tema artístico lo tengo muy abandonado.

Respecto a Claude Eatherly, he mirado la reseña que envías... tampoco sabía nada sobre él. No sé si tengo cuerpo para leerme eso ahora. Creo que seguiré con Vonnegut y Las Sirenas de Titan. Me apetece.

Salud. Vera
Anónimo ha dicho que…
Sigo un poco vivo.
Bueno el libro de Eatherly es un tostoncillo. Pensando en el protagonista de matadero 5 me vino a la mente la historia de este hombre, que era un poco simple y un chavalín cuando tiró la bomba sobre Hirosima. Abrumado por la culpa tuvo que ser internado en un psiquiátrico por estar más cuerdo que sus compañeros en una época en que había que "dar gracias a dios por la bomba".

En cuanto al texto sobre Bourgeois, me lo voy a pensar, soy muy malo escribiendo, prefiero los vídeos. La exposición me ha encantado, había otra "Traces du sacré" realmente buena. Malditos gabachos.


http://es.youtube.com/watch?v=rQdyaeS1rwQ


http://es.youtube.com/watch?v=sAyJo02RCYM

Saludos YOUTUBE
Anónimo ha dicho que…
Si, ya busqué algo sobre Eatherly cuando lo mencionaste...

En fin... yo no hago más que acordarme de la frase que tiene Billy en su consulta...

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