Viaje al centro de la tierra 3D. Eric Brevig 2008.
Como iba diciendo, la sesión era doble, y para nuestra sorpresa nos entregaron unas gafas de cartón para visión en 3D sin esos molestos plásticos de colores azul y fucsia que tienen las gafas 3D que venían en libros y revistas y que no sirven para nada. Los plásticos eran ambos del mismo color (un marrón apagado), la cosa prometía ser seria. Grease II no era en 3D, sino Viernes 13 3ª parte, la película que ponían a continuación. Así que nadie puede preguntarme ya por qué soy tan rarita sabiendo que con 14 años tuve el placer de ver como dos ojos que salían de un cráneo avanzaban hacia mí a una velocidad superior a la de la luz.
Volviendo al film del desconocido Breving… pues es una "brevilla" (fruto de la "higuerilla") espectacular. Espectacular porque las gafas funcionan increíblemente bien, porque he visto la película en una sala enorme y porque la peli está llena de momentos taladrados de otras pelis (Indiana Jones, por ejemplo). Y es que Brendan Fraser es el heredero indiscutible del viejo Indiana. Y ojo con meterse con este pedazo de tío porque aunque tenga cara de estúpido graciosillo (que la tiene) ha protagonizado películas espléndidas como The Quiet American (Phillip Noyce alias “Calma total”, 2002) junto a Michael Caine, y Dioses y Monstruos (Bill Condon 1998) junto a un sublime Ian McKellen que se llevó el Oscar por su interpretación del director de Frankestein James Whale. Además de esto tiene, por supuesto, Cabezas Huecas, George in the jungle y la trilogía de La Momia. Películas jocosas donde él muestra todas sus dotes de actor "jachondo". Pero en las otras dos no ocurre lo mismo, y el tipo actúa con cierta dignidad.
La película que nos ocupa no tiene nada más que el 3D. Y cuando digo nada es nada. Los momentos de acción son escasos y largos… espectaculares únicamente por las gafas. El guión es tan simple que no requiere más que esta línea. Nada que ver con la adaptación de la novela de Julio Verne protagonizada por James Mason y dirigida por Henry Levin en 1959. Pero me ha hecho recordar viejos tiempos y volver a sentir en una sala el espectáculo que suponía el cine tiempo atrás. Esos momentos en los que los gritos de la gente y, sobre todo, de los niños, no te molestan.
Qué tiempos aquellos. Aquí os dejo un vídeo de Grease II, que existe… lo juro.
Comentarios
Por supuesto, no las he vuelto a ver desde entonces. Suficiente.
http://www.youtube.com/watch?v=HQ6-eDthNL0