Gabriel Albiac. ¿En su sitio?...

Me he enterado algo tarde de una buena noticia. Gabriel Albiac se incorpora a ABC. Dicen que abandona La Razón porque censuraron uno de sus artículos. También abandonó El Mundo por algo parecido… Yo, simplemente pensaba que la “locura” Albiac no tenía fin, simplemente. Su etapa en El Mundo me dejó un poco patitiesa y cabreada, aunque reconozco que siempre que le escuchaba, hablara donde hablara: para Losantos, para Cuqui Fierro o para los “lectores” de El Mundo… algo reconocía del discurso que nos regaló en sus clases de Historia de la Filosofía. Discurso muy al margen, afirmo, de ciertas máscaras políticas o panderetismo o marketing o espectáculo inculto y bochornoso que manejan los demás que bramaban a su lado. Si, lo sé, él parecía estar al mismo lado… aunque no por las mismas razones…

Me agrada no ver el nombre de Albiac en el libro ¿Por qué dejé de ser de izquierdas? Firmado por Moa, César Vidal, Jiménez Losantos… Y es que, nada que ver los unos con el “otro”. Aunque para muchos sean lo mismo, no lo son. Un bonito ejemplo, aquí.

Pero volviendo a la buena noticia, tal y como apuntan en esta entrevista, este hombre tiene algo de tierno… Sabía lo de sus hijas indias, me lo dijo en su despacho, creo recordar… Entré temblando y el hombre resultó sumamente amable y atento, respondiendo a mis preguntas sobre Pascal y Maquiavelo con la amabilidad del que se oculta y observa algo que tú no ves a kilómetros de distancia de ti.

Albiac camina por las nubes (yo, al menos, le miro desde abajo). Y, menos mal, que ha dejado El Mundo y La Razón, porque leyendo sus artículos de ABC, vuelve a mi recuerdo, más y mejor, el profesor de Historia de la Filosofía. Más y mejor el hombre sabio y con una de las sensibilidades más asombrosas conocidas por una servidora. El lugar de Albiac está a unos cuantos metros sobre el nivel de la tierra… no debe (aunque le paguen por ello) bajar para unirse a ciertos clubes de amigos del canal de la esperanza, etc, etc…

En fin, que estoy muy contenta porque además ABC regala sus artículos, no los cobra, como otros. Este, muy interesante, sobre todo porque es difícil encontrar una llamada de este tipo en los periódicos, lo leí ayer en casa de mis padres, en el número del Lunes 2, pero se puede consultar también en Internet. Filosofía gratis, pensamiento lúcido. Esta vez, sobre anacronismos y anarquismos... y abstenciones.

La política o la melancolía. Gabriel Albiac. ABC Opinión (lunes 23 de febrero de 2009)

"ES el perseverar en lo anacrónico lo más extraordinario del siglo en que vivimos. Seguimos repitiendo lo aprendido, cuando ya nada significa. Quizá porque da pánico atisbar hasta qué punto el mundo al cual pertenecían esos ritos se extinguió. Esta melancolía plácida me acuna en cada nueva convocatoria a las urnas: Galicia y Vascongadas ahora; después, las europeas. Y el mismo ritual solemne, el grave sortilegio de las pobres gentes a las cuales se exige que crean -creamos- dar vida a esto que nadie se ocupa en inquirir por qué casi teológico motivo llamamos democracia; y que sin remedio sospechan -sospechamos- que nada están haciendo que no sea dar sueldo fijo y respetabilidad enigmática a gentes que saben -sabemos- las menos fiables. Repetimos entonces, porque así se nos enseña, y porque contrariar lo convenido acaba siempre por tener consecuencias desagradables, repetimos la plácida resignación que es la carga más triste de ser hombre.

¿Qué es un «representante», esa función de Estado que se nos llama a elegir en las urnas? ¿Qué sagrada potestad lo inviste, como para que concedamos, no sólo mantener con largueza su institucional holgazanería, sino aun revestirla -es lo más misterioso- de honor retórico? La representación fue una suplencia, exigida por secas constricciones materiales: las que definían tiempos y distancias propios al último decenio del siglo dieciocho, que fue el que diera cuerpo en la Francia revolucionaria a tal concepto; los tiempos y distancias que alzaban su muro entre un ciudadano de la Gironda o de Toulouse y el edificio donde la Asamblea discutía y aprobaba leyes. Bien que mal, con desfallecimiento o gloria o mezcla de ambos, la representación jugó su papel durante dos siglos. Bien que mal, en torno suyo se tejió el paradójico mundo moderno: en las borrascas intermitentes del siglo diecinueve; en el huracán perfecto del veinte. Los más inteligentes acabaron por entender que aquel era el coste más bajo: seguir pagando a los representantes, aun inútiles; e irse desentendiendo de la litúrgica ficción de las urnas. La abstención masiva es el signo menos equívoco de la madurez política. Que cabe en una máxima moral: ante lo inevitable, eludir elogios. Pagar impuestos, que los partidos políticos acabarán por embolsarse, es necesario para evitar lo peor; votar, no. A eso se reduce el saber ciudadano. Simple defensa propia.

Vivimos -desde hace apenas dos decenios- en un mundo de la presencia. Universal e instantánea. Y presencia y representación se excluyen. Espacio y tiempo han sido volatilizados. Desde la soledad de un islote del Índico, un hombre puede adquirir su entrada para el Met neoyorkino; o leer un rarísimo volumen de la Biblioteca Nacional de París; o coordinar un equipo de investigación bioquímica disperso en media docena de ciudades; o asistir a un concierto de los Stones en Sidney; o consultar una cita de Orígenes en la Patrística de Migne de la Universidad de Georgetown; o conversar con una novia o un amigo que optaron por buscarse la paz en Laponia; o hacer saltar la Bolsa de Tokio con un par de astutas operaciones... No puede -no se le permite- hacer lo más sencillo: aquello a lo cual suple malamente un Parlamento: decidir; todos. La paradoja es divertida: la representación suplía a la presencia. Hoy, la presencia es universal y barata. Es norma en todo. Menos en política. Los «representantes» en un mundo «presencial» son anacrónicos. Pero quizá sea mejor no tocarlos. Nunca se sabe de lo que son capaces. Paguémosles sus impuestos. Olvidemos votarlos. Es la melancolía: poder ser libres; no serlo. Poder ser todo; ser nada. "

Comentarios

intinet ha dicho que…
Guardo en la memoria, y a buen recaudo, aquellas personas que me han hecho pensar no sólo aprobar una materia, y rescato cada vez que afronto un reto nuevo.

Sobre "la política o la melancolía" de Albiac coincido en que la democarcia a pasado a ser un ritual solemne, nos lo enseñan ya como tradición. Seguimos repitiendo lo aprendido, sea lo que sea que se aprenda, según toque.

A veces me da por pensar que para lograr una abstención masiva (y dejar de creer en la mecánica agenda setting de medios editorializados) hace falta un tratamiento de shock social.

Tal vez cuando la trama deje ser lineal, causal, el sujeto dejará de creer a ciegas que su fin es econtrar el objeto ansiado.

"La presencia es universal y barata"... y tanto.
Anónimo ha dicho que…
Querida,

Como casi siempre, hay cosas en las que coincidimos, y cosas en las que divergimos.

Creo que hay una parte de tu crítica a los que "bramaban a su lado" en la que te dejas llevar por ciertos prejuicios. Aún estando de acuerdo en que Albiac suele rayar por encima de la media en derredor.

Yendo al artículo, me ha traído mis últimas conversaciones y discusiones sobre el tema, la política y los políticos. Cada día que pasa, tengo más cerca ese fatalismo racional. Y el doloroso convencimiento de que, como la fábula, podremos seguir discutiendo eternamente si son galgos o podencos...

Aún así, cierto optimismo quiero ver al final de la cueva. Creo que hay una tendencia silenciosa, imperceptible, que hará cambiar las cosas en un determinado plazo. La revolución social de las comuncaciones, de internet...creo que tendrá que hacer cambiar este podrido y apestado charco, que, día tras día, y elecciones tras elecciones, nos ofrece un deleznable espectáculo.

Mientras tanto, cada vez más convencido de una única solución a corto plazo: la insumision fiscal. Poderoso caballero.... es lo único que podría hacer temblar los cimientos del corrompido edificio.

Besos!


PD: ¿Por qué dices que ABC regala sus artículos?
Anónimo ha dicho que…
No te enfades. Digamos que “pían”, como las gallinas… Lo del bramido queda un poco fuerte :-)

Pues si. El discurso de Albiac (más que el de ningún otro), me hace pensar; sentirme persona (que piensa) y no boxeadora con la nariz partida. Siempre y cuando se mantenga fuera del “gallinero”. Una cosa es la filosofía, la historia, los conceptos de Estado, Democracia, Anarquía, Tiranía, Esclavo… y otra el “chunda, chunda”. Ante este soniquete, a veces, he pensado que lo mejor es abstenerse. Y él, lo dice de una forma mucho más interesante, obviamente. Me ha encantado el tema del anacronismo de los "representantes".

Ya hablaremos de la insumisión fiscal. Espero haberme leído antes el librito que menciono (el de los “otros”), romperlo en pedacitos, a ver si me ayudas a recomponerlo de nuevo.

¿Por qué digo que ABC regala sus artículos?

Cuando Albiac se pasó a La Razón, intenté seguirle… y en internet no podía leer sus artículos porque creo que hay que suscribirse. Lo mismo ocurría en su etapa en El Mundo (creo recordar). Sin embargo, cada vez que quiero consultar en la red algún artículo de ABC o de su suplemento XL Semanal, o de su suplemento cultural, puedo hacerlo. Todo lo que publica ABC es de libre uso en la red. Creo.

Y dirás ¿por qué no comprabas La Razón o El Mundo? Porque por mucho Albiac que sea, no compro esos periódicos. Tampoco compro El País o Público.

Solo compro, de vez en cuando, ABC. El por qué te lo sabes ya.

Besos
Anónimo ha dicho que…
Inti, independientemente del tema político, la cabeza de este tipo mola.

http://www.isftic.mepsyd.es/w3/tematicas/filosofia/

Consulta todo en el link. Tienes artículos interesantes (y difíciles) sobre filosofía... Hay pasajes de sus libros. Yo quiero pillar desde hace años el titulado "Caja de muñecas"...

No hace referencia a su novela Palacios de Invierno (http://www.seix-barral.es/fichalibro.asp?libro=782) Yo ésta sí que la he leído y es algo mediocre... Demasiado dolor por el tiempo perdido a finales de los años 60...

Ahora bien, sus escritos sobre Pascal, las referencias que siempre hace a Spinoza, Maquiavelo, de la Boetie... me parecen muy interesantes.

Todos los textos del link que te he puesto al principio son bastante espesos, pero interesantes.

Richard, creo que ya te hablé de este link hace tiempo.

Besotes
Anónimo ha dicho que…
Al Profesor Albiac, casi ni le dejan hablar Jiménez Losantos y Luis Herrero- Tejedor Algar, en la Tertulia de "La Mañana" de la COPE. Interrumpen continuamente al sabio, sensato y educadísimo Profesor......

Entradas populares de este blog

Rineke Dijkstra: Maternidad, tal cual.

Vertigo: Vera Miles vs Kim Novak - Hitchcock vs los "doctos"

Sentir y poder contarlo.