La sombra literal.


Casi me pierdo la exposición sobre la sombra organizada por la Fundación Caja Madrid y el Museo Thyssen, y creo que mi despiste era justificado (de alguna manera debía yo intuir que la muestra era una tomadura de pelo). Pero no sé qué me pasó ayer. Quizás al ver que terminaba el próximo domingo y que yo estaría fuera, me ha entrado una neura similar a la de las mascarillas, los cerdos y las gripes que me ha hecho gastar el domingo visitando ambos museos.

Yo no sé si afectará lo de no pagar, pero me ha gustado más la muestra de la Fundación, aunque no tenga nada de especial sino más de lo mismo. Quiero decir que ya no resulta sorprendente encontrar en estas exposiciones un montón de cuadros del Museo Thyssen que, como tiene tantos, de vez en cuando abre el baúl de recuerdos y monta un chiringuito. En este caso, sobre la sombra. Pero una exposición sobre la sombra, pienso, es un proyecto demasiado ambicioso que puede traducirse en algo maravilloso o quedarse en aprobado raspadillo de primero de BUP. Vamos, que a mí me presenta un alumno de primero de BUP esta selección de pintores, con los mismos textos de apoyo, y le pongo un aprobado raspadillo. A no ser que me explique el por qué de tal selección y entonces, quizás, si me convence, le ponga algo más.

Las obras que se pueden ver en ambas exposiciones están muy bien, pero la mayoría tienen lo mismo que ver con la sombra que con el color, el tiempo, el momento, el asunto…; disponemos de un recorrido desde el inicio de la pintura (rememorando la fábula de Plinio) hasta nuestros días. Así que no me extraña que la gente salga encantada de ambas muestras. Tenemos a Hopper (uno de tantos cuadros de la colección Thyssen), Paul Delvaux, Gerard Richter, Chiricco, Dalí, Picasso, Sorolla, Rusiñol, alumnos y admiradores de Rembrandt… alumnos y admiradores de Georges de la Tour… ¿Y Rembrandt? Nops. ¿Y de la Tour? Nops (el cuadro que muestra la Thyssen es del taller). ¿Y Caravaggio? Nops ¿Y da Vinci? Nops… ¿Y Tiziano? Nops ¿Y Velázquez? No. ¿Goya? Uno… ¿Vermeer? Cero…. En fin, que no me quiero poner pijotera, pero no sé qué pintan Delvaux y Dalí y Magritte y Edouard Vuillard. Una exposición sobre la sombra no debe incluir una miscelánea de obras desde el renacimiento al pop art, pasando por el barroco, impresionismo, surrealismo, realismo moderno…, pero con “sombras”… Eso es una chorrada. La pintura, escultura, cerámica, el arte… es una historia de luz y sombras sólo en algunos casos (y muchos de ellos están en oriente, no en occidente…). La sombra, a veces, se convierte en un poderoso narrador, en única herramienta para que la luz aparezca de forma confusa y siniestra…

Pero aquí la intención es otra, no aquella de “ver sombras” de la que hablaba Baxandall.

Lo único que quedó en mi cabeza fueron un par de dibujos a carbón de Xavier Mellery, la silla desenfocada de Richter, el cielo entre cortinas de Magritte (of course), la habitación de hotel de Hopper… Pero el resto de las sombras, ¿dónde quedaron?

Mañana, pasado, o al otro, o al de más allá, prometo hablar de ellas. Que no es plan de quedarse con este mal sabor de boca.

PD: Ninguna de las imágenes que he puesto pertenecen a la exposición.

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