Las lágrimas de Eros. Museo Thyssen y Fundación Caja Madrid.

Jules Joseph Lefebvre

Esta vez, resulta más interesante visitar la parte “gratuita” de la exposición de actualidad en el Museo Thyssen. “Las lágrimas de Eros” se divide en dos partes, una de pago en el mencionado museo y otra gratuita en la Fundación Caja Madrid. En su momento, antes de visitar el Thyssen, ya di mi opinión al post aparecido en el blog de Alp que, por cierto, está tan en sintonía con lo que pienso respecto al origen de la muestra (el libro de George Bataille y su “pensamiento”), que no merece la pena repetir nada aquí.

Si me gusta menos la muestra del Thyssen es porque la encuentro deudora de conceptos morales de la tradición cristiana (tales como el pecado, el perdón, el sacrificio, el martirio…) que, considero, no tienen nada de estéticos por mucho que Bataille se empeñe en demostrar. No me ha gustado nunca George Bataille y tengo sus textos demasiado olvidados como para explicar bien las razones por las que no me gustaba, pero si recuerdo bien un fuerte vínculo de toda su “poesía” con una realidad concebida por él, una materialidad en la que la tradición religiosa tenía un peso fundamental. En este sentido, la muestra sería una ilustración de la psicología de Bataille; de los vínculos por el creados entre las pulsiones de vida y de muerte (Eros y Tánatos) que con mucho gusto mete en un mismo paquete vital como momentos agudos de una naturaleza destinada a fines violentos. Tan sólo decir que no considero los momentos de éxtasis (sexual, místico, intelectual…) como pequeñas muertes sino como todo lo contrario. Ahora bien, echándole filosofía y religiosidad suficiente al asunto el proceso de aniquilación fluye como el agua. Digamos que echándole individualidad y egoísmo salvaje al asunto, la aniquilación en estos momentos de lucha entre la idea y la carne, es una necesidad... Tenebrosa dialéctica.

En definitiva creo que para responder preguntas como ésta: ¿qué sucede cuando el encuentro sexual no responde al fin último de procrear?... más vale recurrir al mito (que se encuentra muy a gusto en su olimpo) que a esa religión que ha hecho del mito carne.

Pues eso, visité la primera y me pareció una mierda. Pero la segunda me encantó. Tan sólo porque los cuadros hablan por si solos, sin Bataille de fondo. Un estupendo ejemplo de oscuridad, misterio y misticismo simbolista (y su mirada un tanto dramática al idealismo) que muestra el acercamiento único y posible del arte a la realidad: de una forma indirecta y ambigua, sin necesidad de reducir la realidad a planteamientos teóricos y viceversa. Y en el caso de Bataille, reducirla a planteamientos teóricos que justifiquen su psicología y experiencia particular: todos sus males y sus vicios.

Jean André Rixens


Gregory Crewdson


Tom Hunter


Gustave Moureau


Comentarios

Creo que es la primera vez que tienen más interés las obras expuestas en la sala de CajaMadrid, aunque los paneles "explicativos" también son delirantes.
Vera Miles ha dicho que…
no leí los paneles explicativos, solamente en la parte de la thyssen, ja, ja
Simplemente, me gustaron más las obras.

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