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Mostrando entradas de abril, 2012

El infinito estético y Piranesi.

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Dice Paul Valéry cuando diferencia entre lo que denomina orden de lo práctico y orden estético que la mayor parte de nuestras percepciones suscitan en nosotros, cuando suscitan algo, aquello que se precisa para anularlas o al menos intentarlo. Si tenemos hambre o sed, en general, hacemos todo lo posible por anular estas sensaciones cuanto antes. Hay otros efectos sin embargo de nuestras percepciones que parecen ser todo lo contrario. Volviendo al tema del hambre, si el alimento nos resulta delicioso, el deleite querrá durar en nosotros, querrá perpetuarse o renacer… El hambre apremia a acortar una sensación; el deleite, a desarrollar otra bien distinta. Es una suerte de excitación del deseo, la necesidad; cambios de estado tendentes a conservar o reproducir las percepciones iniciales. Distinguimos ambas sensaciones de tal forma que refinaremos nuestra alimentación, aprenderemos a comer sin hambre… Refinados somos, pues, o lo que es lo mismo (bajo mi punto de vista, claro está) ins

El problema de la singularidad.

Interesante y muy sencilla reflexión de Javier Gomá Lanzón en El Pais sobre esa peculiar sensación que tenemos todos (bastante crecidita en occidente): la singularidad. Me gusta, sobre todo, el caso que utiliza para exponer ese momento en el que nuestra visión interna, nuestro carácter, nuestro yo inmortal… lo más importante del mundo… se desmorona en contacto con la inmediata distancia (ya no la infinidad del universo aparente) que nos reduce a la nada, a la trivialidad existencial. Lo que Kant presupone como un fenómeno excepcional -el advenimiento del genio- es algo que transformamos y reducimos (gracias a una marcada cultura utilitaria, prepotente y miedica) a ideal compartido, a aspiración múltiple que fundamenta carácter, independencia y dignidad. Como digo… interesante. Aquí lo reproduzco no sin recordarme a mí misma que tengo que leer el librito de Koestler, El cero y el infinito. Único y repetible. Por Javier Gomá Lanzón El otro día sentí una opresión en el pecho, concretamen