El infinito estético y Piranesi.
Dice Paul Valéry cuando diferencia entre lo que denomina orden de lo práctico y orden estético que la mayor parte de nuestras percepciones suscitan en nosotros, cuando suscitan algo, aquello que se precisa para anularlas o al menos intentarlo. Si tenemos hambre o sed, en general, hacemos todo lo posible por anular estas sensaciones cuanto antes. Hay otros efectos sin embargo de nuestras percepciones que parecen ser todo lo contrario. Volviendo al tema del hambre, si el alimento nos resulta delicioso, el deleite querrá durar en nosotros, querrá perpetuarse o renacer… El hambre apremia a acortar una sensación; el deleite, a desarrollar otra bien distinta. Es una suerte de excitación del deseo, la necesidad; cambios de estado tendentes a conservar o reproducir las percepciones iniciales. Distinguimos ambas sensaciones de tal forma que refinaremos nuestra alimentación, aprenderemos a comer sin hambre… Refinados somos, pues, o lo que es lo mismo (bajo mi punto de vista, claro está) ins