Coraje
Me han entrado ganas de escribir. Ha terminado pronto el influjo Karenina… ¡Qué bien!!! El primero de los comentarios al post anterior me ha recordado lo que a mí me gusta de verdad: escribir epístolas. Cartas que, en particular, van dirigidas a alguien y, en general, van dirigidas a mí misma. Cuando escribo para alguien en concreto, lo hago de forma más fluida, me cuesta menos. Muchos de los post de este blog estaban escritos así, a lo bruto, en diálogo interno y fluido conmigo misma… Escribir para los demás, cuando pienso que son varios, no me sale. Así que vuelvo al útero. El segundo comentario me ha hecho reflexionar sobre eso de “la huella”… Reflexionar rápidamente tan solo para decir que gran parte de los libros aquí comentados, films, etc… no me han dejado huella. Entonces, ¿por qué los comento? Porque, como a buen seguro habré dicho unas cuantas veces, necesito pequeñas “inspiraciones” para lanzar una epístola. Todo lo aquí comentado, casi todo, tiene algo que ha pro