Gravity (Alfonso Cuarón, 2013). Braguitas versus coulotte.
Hay que decirlo, para todos aquellos que no sepan lo que es el Hubble (unos cuantos muchos en este planeta), Gravity resultará algo… muy raro. Espectacular, sí… porque la peli es espectacular, pero raro. Un comentario que he escuchado al terminal el film en unos cines 3D “bah, no está mal, solo tiene dos actores pero no está mal”. Pues eso. Del Hubble, de Kubrick y su odisea en el espacio , de Ripley y sus braguitas ya ni hablamos. Os parecerá mentira pero hay taaaaaaanta gente que no sabe quien es Kubrick ni Ripley… Así nos luce la peluca. Y no, no voy a entrar ahora en un debate profundo sobre la influencia del cine y la literatura en nuestras vidas y, sobre todo, el tremendo secarral que arroja su carencia. No. Pero tengo clarísimo que esa prepotencia, esa ignorancia voluntaria, nos hace muy muy chungos. Muy vulnerables. Mucho más de lo que creemos. Nos lanza de lleno al momento actual, sin referente alguno, y el panorama es muy penoso así que mejor refugiarse en aquello qu