Gravity (Alfonso Cuarón, 2013). Braguitas versus coulotte.

Hay que decirlo, para todos aquellos que no sepan lo que es el Hubble (unos cuantos muchos en este planeta), Gravity resultará algo… muy raro. Espectacular, sí… porque la peli es espectacular, pero raro. Un comentario que he escuchado al terminal el film en unos cines 3D “bah, no está mal, solo tiene dos actores pero no está mal”. Pues eso.

Del Hubble, de Kubrick y su odisea en el espacio, de Ripley y sus braguitas ya ni hablamos. Os parecerá mentira pero hay taaaaaaanta gente que no sabe quien es Kubrick ni Ripley… Así nos luce la peluca. Y no, no voy a entrar ahora en un debate profundo sobre la influencia del cine y la literatura en nuestras vidas y, sobre todo, el tremendo secarral que arroja su carencia. No. Pero tengo clarísimo que esa prepotencia, esa ignorancia voluntaria, nos hace muy muy chungos. Muy vulnerables. Mucho más de lo que creemos. Nos lanza de lleno al momento actual, sin referente alguno, y el panorama es muy penoso así que mejor refugiarse en aquello que pensaron, sufrieron, gestaron y crearon otros. La mera actualidad es un puto WC.

Volviendo a Gravity… Ni de coña podemos pensar en Kubrick. 2001 es un film soberbio y complejo que trasciende el espacio y todo lo que se menea, así que no… no vamos a comparar Gravity con 2001. Sí podemos comparar las escenas de Sandra Bullock en braguitas y camiseta con las de Sigourney Weaver en Alien porque están que ni pintadas (manteniendo las distancias porque hay que ver el retocazo que se calza la Bullock - 49 años-, tanto en botox como en digital versus una Sigourney de 30 añitos en su más pura esencia sin retoque alguno). Son tres las referencias de este film: la realidad de los ingenieros de la NASA vistos desde tropocientas imágenes de la misión de reparación de Hubble, Ripley en braguitas y otras tantas imágenes o vídeos de la tierra y sus auroras boreales desde el más allá.

Dicho esto Gravity es un espectáculo con muchos precedentes, si, pero acojonante (en 3D). Y vuelvo a insistir en que para todos aquellos que nos hemos tragado las escenas de la reparación del Hubble en Youtube, hemos perseguido su ojo y otras muchas escenas de la tierra vista “desde arriba” no hay mucha sorpresa, pero aún con todo esto la peli es bastante espectacular.

Discutía ayer sobre el guión. Para mí no lo hay. No lo hay intensamente quiero decir. Sí, hay una historia que se cuenta en dos líneas. Hay dos actores: uno de pega y otro de trama… y poco más. Hay un drama humano, cómo no… si se quiere firmar que la obra es de ciencia ficción, pero ya está.

Lo que me ha gustado, y mucho, de este film es el sonido. La tensión de lo que está pasando dentro del casco de la Dra. Ryan Stone flojea más… porque es muy difícil transmitir eso en un film que es puro efecto, pero se nota la intención y, con eso, basta. A poco que seas listo y con esos recursos, hay que ser muy bruto para no bordarlo y… en un sentido muy estético, creo que Cuarón lo borda.

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