Whatever Works. Woody Allen 2009.


Como dice Fernando en su blog y el propio Allen en el título, si la cosa funciona… Pues eso, para qué cambiar. Además, soy de las que prefiero disfrutar de sus sosias pululando por Manhattan, echando pestes sobre el mundo, la filosofía, el universo, el arte, y lo que es mejor, creando una parodia sobre todas estas cosas. Nadie se salva del ridículo más espantoso, ni el propio Allen, cuyo álter ego se lleva la palma.

Parece ser que Allen tenía el guión escrito desde hace 40 años y, como se demuestra en el film, el tiempo no pasa y los problemas siguen siendo los mismos. Hay menos religión y más ciencia, menos filosofía y más metafísica, menos psicoanálisis y consecuentemente menos torpeza para enfrentarse a la vida; evolución pura y dura de un personaje con crisis vital continua. El film me ha recordado mucho a la novela de Philip Roth Sale el espectro, o Larry David me ha recordado a Philip Roth (se parecen bastante físicamente), o quizás los problemas de Allen/Roth - Boris Yellnikoff/Nathan Zuckerman son los mismos.

En su momento comenté aquí que me sentía muy identificada con Nathan Zuckermann y siempre me sentí identificada con Allen. Sus películas (algunas de ellas) son un descanso para los neuróticos. Me río con muy pocas cosas, y Allen me hace reír. Se lo agradezco mucho. Solamente me fastidia enormemente no ser tío, como él. Es una lástima pero ya no puedo hacer nada. Nunca he podido hacer nada.

Los álter egos de Allen siempre son tipos inteligentes con profesiones interesantes y raros. Pertenecen a la clase alta neoyorkina y quedan con cierta frecuencia para cenar, asistir a algún evento cultural, pasear y disfrutar en la intimidad. Si pusiéramos juntas todas sus pelis tendríamos una comedia americana televisiva en toda regla. Pero ni siquiera el guión de The Big Bang Theory se asoma a la brillantez de cualquier secuencia de Allen. Y así sigue siendo. La habilidad de Woody Allen para reírse de sí mismo y de todo lo demás es asombrosa, porque plantearse la vida como él se la plantea no tiene ni puñetera gracia. Él consigue que pueda reírme de todo aquello que me preocupa, él mejor que nadie. Pero insisto, es un tío. Ahí está lo chungo. No hay mujeres que me hagan reír. Las mujeres (yo misma, la primera) no me hacen ninguna gracia.

Como la filmografía de Allen es asombrosamente extensa, si comparamos el film con otros, empezaremos a notar sus debilidades, que son bastantes. Pero inevitablemente Allen surge dentro del marco cinematográfico actual en el que un guijarro brilla como un diamante.

Así que, chapó.

Por cierto, una nota final para demostrar que los medios de comunicación cada vez lo hacen mejor. Ojo a la frase que publica ABC: Es una comedia romántica devastadora que por momentos recuerda a un Almodóvar que supiera física cuántica.

De traca.

Trailer en español, aunque recomiendo verla en inglés.

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