Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2011

Un hombre y una mujer se escriben

Se escriben Carmen Martín Gaite y Juan Benet. Y el artículo que viene a continuación es de mi admirado Félix de Azúa sobre los tres títulos de Juan Benet que acaban de publicarse a la vez: "Ensayos de incertidumbre", "Variaciones sobre un tema romántico" y “Correspondencia” Creo que leeré el primero y el último. Intenté llegar a Benet hace tiempo y no fui capaz. Quizás ese primer ensayo me de alguna pista sobre todo lo que viene después. El último, como no, parece imprescindible. Lástima que, al parecer, muchas de las cartas que escribió ella hayan desaparecido… aún así existe cierta garantía de batalla. Interesante. Os dejo el artículo completo que también podéis leer aquí . "No es en absoluto frecuente, sino más bien excepcional, que se publiquen al tiempo tres títulos de un autor muerto hace casi veinte años. Homenaje que jóvenes editores y críticos dedican al que fuera uno de los más grandes talentos literarios del siglo XX, y tanto más valioso cuanto que e

El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011).

Imagen
No recuerdo mucho La delgada línea roja , tan sólo sé que no me disgustó por su manera de acercarse al interior de los protagonistas, una especie de visión profunda y obsesiva (creo recordar) sin muchos recursos… No sé, algo que expresaba mucho con poco… Me vino este recuerdo a la cabeza en los mejores momentos de El árbol de la vida . Las escenas en las que el director decide “bajar” para acercarse a la familia protagonista y en particular al hijo mayor, Jack. Creo que estas escenas son lo mejor del film. Los planos persiguen con bastante intensidad el vivir de este crío -desde que nace y refugia su cabeza en el cuello de su madre-, parecen estar dentro de su cabeza y hay cierta poética asociada a su realidad. Me gusta cómo la cámara se acerca a su mirada adolescente, a su duda y descontrolado sentimiento hacia sus progenitores. Pero bueno, tan solo una anécdota dentro del completo desastre que resulta todo lo demás. Tanto que la propia mirada del hijo mayor se hace estúpida. Y si est

Melancolía (Lars Von Trier, 2011)... y las fases del duelo.

Imagen
Pensaba que había comentado en alguna entrada de este blog el temita de las fases del duelo. Y no lo encuentro. Bueno. Las cinco etapas del duelo de las que habla mi querido House en uno de los capítulos de la temporada II (creo recordar) son las definidas por Elisabeth Kübler-Ross en su libro On death and dying . Estas etapas son: negación, ira, pacto o negociación, depresión y aceptación. Servirían para “explicar” cualquier estado posterior a una pérdida (la muerte de un ser querido, el abandono por parte del ser amado, amor no compartido… lo que sea)… por decirlo a lo bruto. Y digo a lo bruto porque, en realidad, el dolor (y el duelo) puede aparecer sin que nos ocurra ninguna de estas cosas. Por ejemplo: uno puede sentir que la muerte es un hecho y, consecuentemente, vivir toda la vida en duelo. Si. Esto parece una gilipollez, lo sé, y no mola hablar sobre ello cuando estás de copas, lo sé… pero vamos, que hay personas que andan por ahí lamentándose porque saben que se van a morir.

Melancolía. Lars von Trier y el fin del mundo. O quizás de uno mismo.

Imagen
No sé si lo he dicho alguna vez ya, Lars Von Trier me toca las narices, las pelotas, me irrita, me pone enferma… Por eso, me gusta. Reconozco que Anticristo me dejó bastante tocada, al igual que Dogville. Ambas pelis me hicieron pensar mucho, me agitaron la cabeza y me confirmaron que este tío (Lars) está loco, tanto como yo. Y uno prefiere saber que no está solo en el mundo. Que hay gente capaz de comerse el tarro de la misma manera y, además, crear cosas hermosas, bellas. Y ya, ya sé que el cine de este pollo provoca escándalos y es criticado hasta la saciedad por la mayoría… Pero resulta que a mí, Lars, no me parece ningún gilipollas. La mayoría, sí. Me anima soberanamente el título de su último film: Melancolía … toma ya. Y además, me anima mucho más que se lance de lleno hacia el cine apocalíptico, con destrucción del mundo incluida. Esto, en sus manos, suena a orgasmo. Así que, de momento, me limitaré a poner el trailer y a encerrarme en una habitación vistiendo camisa de fuerza

La información contenida en lo negativo y El gran cuaderno de Agota Kristof.

Ando leyendo a Agota Kristof . En particular El gran cuaderno ; primera de las narraciones que aparecen en la trilogía recogida bajo el título Claus y Lucas . Y antes de seguir, me voy a parar para lanzar un comentario. Dice Agota Kristof que no tiene ningún interés por la literatura, sino por narrar las cosas tal como son. Creo que escribió esta trilogía, sacó todo lo que llevaba dentro tal y como ella deseaba sacarlo y después escribió poco y mal, decidiendo abandonar cualquier tipo de actividad literaria. Algo así. Me parece muy razonable y comparto su forma de pensar en relación a la literatura. Yo no tengo ni idea de lo que es la literatura, y tampoco me importa demasiado, pero ando tan aburrida que me he apuntado a un curso de creación literaria. Gracias a este curso estoy leyendo a Agota Kristof. Nunca se sabe el camino que lleva a un libro, nunca. Yo, al menos, no lo sé nunca. Ni controlo el deseo que me mueve, ni las ganas. Puede que me recomienden un libro y, precisamente po